Capitulo 5º.

(Narra Gee)
Ver aquel cuerpo desnudo posando para mi me excitaba mucho, pero me controlaba. Con él quería hacer mi mejor obra, mi mejor dibujo, asique puse todo mi empeño en que saliera perfecto.
Cuando lo acabé, me daba vergüenza enseñarselo. Le dije que no me había salido bien, que no era lo mejor que había hecho, que podía estar mejor. Era mentira, posiblemente en toda mi carrera como dibujante, esto era lo mejor que había hecho y heré jamás.
Cuando me descuidé por un momento, el lo cojió rapidamente, sin que yo me diera cuenta.    Se quedó pasmando al verse.
- Este no soy yo.- Rió al verse en el papel.- No soy tan...perfecto, Gee.
- Eres tan perfecto como el dibujo o más, Enano.- Cojí el dibujo lo dejé sobre la mesa y le propuse dormir algo. Nos tumbamos en la cama, solo con los boxers puestos, el se tumbó suavemente encima de mi, aunque hiciera frio, el me daba calor. Teníamos pensado dormir, solo dormir, pero nos pusimos juguetones como la noche de antes.
Emepezó a besarme desde el cuello hasta debajo del ombligo, esa sensación hacía que me dieran escalofríos, pero de placer. Nunca lo había visto así, era como si el solo quisiera hacerlo en ese momento. Me cojió los boxers con la boca, me los quitó y se metió mi pene en su boca. Empezó a mover la cabeza, hacia delante y hacia detrás. Cada vez lo hacía mas rápido, yo no pude controlarme en ese momento y exploté, llegué al paraíso, y mis gemidos lo demostraban. Él ni escupió el semen ni le hizo ascos, se lo tragó, y lo que le quedaba por la boca, se lo quité con un pañuelo. Tocaba cambiar, ahora sería yo el que le diera placer, tenía pensado hacerlo distinto. Le cojí los boxers y se los quité, su pene ya estaba erecto, asique no hacía falta ponerlo más. Con la lengua empecé a hacer circulos en la parte superior de su pene, después empecé a bajar, sabía que le gustaba, oirle gemir era como oir a un angel, tenía esa voz tan dulce que todavía lo hacía mas dulce, y eso aun me ponía mas. Cuando explotó, hice lo mismo que el, me lo tragué todo. Una vez hubimos acabado, puse mi cabeza sobre su pecho, y empezó a tocarme el pelo, eso me relajaba mucho, hasta el punto en que me dormí.
A la mañana siguiente, me desperté con una bandeja llena de comida a mi lado en lugar de Frankie, lo preparó muy bien, habían tostadas con mermelada de fresa, mi favorita, zumo de naranja natural, un café y una rosa en un minijarrón. ¿Como no podía amarle? Era perfecto.
Cuando lo ví entrar, le pregunté:
- ¿Porque te has molestado? No hacía falta, Enano.- Le dí un beso de buenos días.
- Porque te quiero.
- Bueno, vamos a comer.
- No, yo ya desayuné, es todo para ti.- Me sonrió.
- ¿Pero a que hora te has levantado? Si son las...- Miré al reloj, vale era yo el que había dormido hasta tarde.-...12... ups jaja. ¿Entonces, no comes?
- No, no tengo hambre, es todo parati.
- Bueno, tu te lo pierdes, tiene una pinta estupenda.
 - Gracias Roji.- Me dijo con una sonrisa a la vez que se iba a vestir.
Dios, como estaba, aquello. Estaba riquisimo. A lo mejor era porque al haberlo hecho el entra mejor, pensé, pero no, estaba todo muy bueno.
Cuando acabé de desayunar, el ya se había duchado y vestido.
- Que fuerte.- Dije como si estuviera enfadado.- No me has esperado a que me duchara contigo, ya te vale Enano.
- Esque quería dejarte desayunar tranquilo, pero si quieres me vuelvo a duchar.- Dijo con esa sonrisa de medio lado que me traía loco.
- Venga. Te espero en la ducha.- Le dije mientras me dirigía hacía el baño, el se estaba desvistiendo como podía, se veía que desvestirse y correr, no era lo suyo, pobrecito mio, casi se cae por mi culpa.

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Aqui van dos capitulos e.e como he estado dos días sin subir, pues aqui los teneis e.e

comentar, espero que os guste :D