martes, 26 de julio de 2011

Capitulo 4º

(Narra Frank)
Habíamos estado en la bañera mucho rato, aunque no lo había notado, al ver mis dedos arrugados me di cuenta. Le dije a Gee que salieramos y nos vistieramos. Me contesto que si.
Cuando salimos, empezamos a vestirnos, le dije que si me prestaba unos boxers, y el con tono de burla me dijo que si me ivan a venir bien.
Una vez vestidos, me dijo de ir a tomar algo o a dar una vuelta, acepté, como no. Era Gee, todo lo que fuera pasar tiempo junto a el, me gustaba.
Empezamos a andar, en ese momento me pegó un pellizco en el culo, y echó a correr. Intenté pillarlo, pero sus piernas eran más largas que las mias y se paró riendose.
Me pasó el brazo por el hombro y yo le cojí la mano que caía sobre mi pecho. Entramos a un bar, era bastante agradable, no me podía quejar. Cuando entramos nos encontramos a Mikey y a Tony. Nos saludaron y nos dijeron que nos sentaramos con ellos. Pedimos dos cervezas y fuimos hacia donde se encontraban. No se porque, pero Tony, me llamaba mucho la atención, no es que me gustara, esque era distinto a los demás. Se le veía que era más joven que todos nosotros, tendría unos 19 o 20 años, no más. Tenía un estilo emo que lo sabía llevar bien. Ese día vestía unos pitillos negros con agujeros en las rodillas, una camiseta que ponía "Rammstein", y un flequillo negro que le caía sobre la cara que en ocasiones se lo apartaba. Me fijé que Gee le miraba, pero lo miraba raro, como embobado, le di un codazo porque aunque no lo quería reconocer, me molestó.
Reaccionó rápido y me dijo que no me preocupara, que al único que quería era a mi.
Nos tomamos las cervezas y entonces Mikey empezó a contarnos como había conocido a Tony y que estaban muy felices juntos. Cuando acabó, Gee miró el reloj y dojo que nos teníamos que ir.
Salimos por la puerta e intentó cogerme de la manó, yo lo esquivé, aun estaba un poco molesto por lo de Tony.
- Ehh, ¿Que te pasa?.- Preguntó levantandome con dos dedos la barbilla para que le mirara a los ojos.
- Nada...- Si, si que me pasaba algo y tenía nombre, Tony.
- A ti te pasa algo, a mi no me engañas, ¿es por lo de antes? Venga Enano, ya te lo dije, solo estás tú, solo te quiero a ti.
- ¿Seguro?.- Le pregunté enfurruñado, poniendo morritos de enfado.
- Claro, tonto, y no lo dudes nunca más.- Me dió un beso en la frente y volvimos a cogernos de la mano.- ¿Te apetece un cine?
- Bien, pero quiero una romantica.
-¿Romántica? Que cursi eres Enano jaja, ¿no te apetece una de terror?
- No me gustan, me dan miedo.- Le abracé como si tuviera miedo.
- De eso se trata, tonto. Así te apegaras a mi cada vez que tengas miedo.
- No hace falta que tenga miedo para abrazarme a ti.- Le abracé aun mas fuerte.
- Entonces de miedo, ¿no?.- Dijo burlon.
- Venga, lo que quieras, caprichoso.
- No lo sabes tú bien. No te lo había dicho, pero desde que te vi en la cola de embarque en Alemania, me encapriché de ti, y ahora eres mio, solo mio.
- ¿A si?.- Me sonrojé.
- Si, aunque lo que no entiendo, es porque me giraste la cara cuando te sonréi.
- Pues porque no quería que me vieras ponerme rojo, porque tu también me gustaste, de todos lo que habían allí, tu eras el único que me gustó.
- A bien, ¿no? Estamos igual.- Me dió un beso y nos ecaminamos al cine.
Cuando llegamos al cine, en la puerta estaban los carteles de las pelis de la semana. JÁ! no había ninguna de terror.
- Mierda! No hay de miedo....- Dijo como decepcionado.
- Pues nos metemos a una romantica.
- Venga, vale...- No lo dijo muy convencido, pero me salí con la mia.
Nos metimos en una que tenía pinta de ser un pastel de película.
Empezó la peli, no estaba mal. Y enrealidad, a Gee le estaba gustando. Empezó a besarme el cuello, me mordió la oreja y se me escapó un gemido. La gente del cine se dió cuanta de lo que Gee quería hacer, y nos fuimmos  la última fila de butacas.
- Eres un vicioso.- Le dije mientras me besaba el cuello.
- MI vicio eres tú.- Dijo volviendo a morderme la oreja, mietras su manó subía por mi rodilla.
Me senté encima de el besándolo apasionadamente, le besé el cuello de tal manera que le dejé marca. No nos dió tiempo a hacer nada, ya que la luz de la sala se encendió antes de lo que esperábamos. La peli se había acabado.
Cuando salimos, le miré el cuello. Joder, me había pasado. Menudo bocado le pegué. Se me escapó una carcajada y el me preguntó que que me hacía tanta gracia. Le señalé a su cuello y se miró en un cristal que parecía un espejo, ahí estaba mi recuerdo.
- Joder, enano, eres un bestia.- Me cojió por la cintura y me lo devolvió.- Ahora estamos igual jaja. Te queda bien.
- A ti te pega con  el pelo.- Le dije mientras me reía.
Me gustó esa tarde. Lo había paso muy bien, aunque me quedé con ganas de mas Gee. Pero no me preocupaba, aun teníamos toda la noche por delante. Entramos a su casa, y vi una habitación que aun no había visto. Estaba llena de papeles, lapices de colores, rotuladores y dibujos. También había una guitarra y un teclado.
- ¿Dibujas?
- Si, y muy bien, o eso me dicen.
- Mmmm...¿me haces un retrato?
- ¿A ti?.- Dijo con un tono burlón.
Me acerqué a él, casi tocándoos los labios y le susurré algo.
- Mirarme a los ojos y mienteme diciendo que no te mueres por dibujar cada curva de mi cuerpo.
Sacó un cuaderno de dibujo rapidamente y se puso manos a la obra.

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