domingo, 24 de julio de 2011

Capitulo 3º.

(NARRA Gee)
Que agradable sensación, lo había hecho con el chico perfecto. Empecé a sentir como mariposas en el estómago, ¿me estaría enamorando?.
Le acariciaba suavemente, ya que no quería despertarle, me sabía mal, estaba tan a gusto ahí a mi lado, encima de mi pecho, o la menos eso parecía, porque en su rostro se dibujaba una leve sonrisa. ¿Que estaría soñando Frankie? ¿Soñaba conmigo? Baah, como va a soñar conmigo, no se lo que siente por mi, a lo mejor solo soy otro más para él... empecé a emparanoyarme mientras mis dedos jugaban con su pelo. Al cabo de un rato se despertó, me miró me sonrió y me besó. Se lo tenía que preguntar, tenía que preguntarle si sentía lo mismo que yo hacia él, en estos momentos era Frankie el único en mi mundo, un mundo oscuro, triste, rodeado de muerte que al aparecer el le había dado color y alegría. Me encantaba estar con él, me encantaba Frankie.
- Hola dormilón.- Le dije en voz baja, mientras le besaba la frente.
- Hola, Roji.- Me contestó. ¿Roji?
-¿Roji?
- Si por tu pelo rojizo, me encanta. ¿Te molesta?
- No, me gusta. Enano.- Le dije riéndome mientras se levantaba a coger sus boxers.
- ¿Enano? jajaja, No sabes lo que dices.- Se rió.
- Claro que lo se, te saco una cabeza jaja.
- Ya, pero de altura...- Dijo comparando nuestros miembros.
- ¡Oye! jajaja, no seas malo, si te gusta.- Le dije mientras le tiraba el almohadón a la cara.
- Si, eres el único al que quiero y deseo.- No le dio tiempo a ponerse los boxers y se volvió a tumbar junto a mi. Todavía estábamos desnudos los dos, pero no importaba. Empezó a dibujarme garabatos con el dedo por todo mi cuerpo. Yo me reía, me hacía cosquillas.
En ese momento, se me ocurrió!
- ¿Que te parece si en vez de hacerlo con los dedos, lo hacemos con nata?.- Le propuse pícaramente.
- Vale, así desayunamos, jaja.- Salió en dirección a la cocina, pero al rato le oí gritar.- ¿¡Roji, dónde tienes la cocina?!.- Jajajaja que bobo, no la había encontrado y había pasado por delante de ella.
- Esta detrás de ti Enano.- Le grité desde la cama.
- ¡Vale!.
Al rato lo vi entrar en la habitación, moviendo el bote de nata montada y con esa sonrisa pícara de niño pillo que tenía. Me moría por poseerlo otra vez. Era mio. Solo mio, me pertenecía.
Cuando se sentó encima de mi, escribió en mi vientre con la nata.
" Soy tu hombre, te quiero"
Que tierno. Cuando acabé de leerlo lo acerque contra mi  haciendo que la nata de mi vientre se juntara también con le suyo. Le besé como nunca había besado a nadie, y el me los devolvió todos. Se dio cuenta de que el también tenía nata en el abdomen, cogió un poco y la puso sobre mis labios. Me lamió toda la boca dejándola limpia de nata, acto seguido hice lo mismo con su vientre y el con el mio.
- La nata se queda amarga e insípida a tu lado, la dejas por los suelos.- Me dijo mientras lamia.
- Pues en tu caso es al revés, jaja, tu le das el sabor. Me encanta tu piel, su aroma, su tacto, todo, me encantas.
Sonó el teléfono.
Era el mio, joder, el que llamaba tenía el don de la oportunidad.
- ¿Si?.- Dije mirando a Frankie con recelo, quería mas.
- Vale, adiós, No llames más.- Dije tirando el móvil al suelo.
Me acerqué a donde se encontraba el hombre de mi vida, y me preguntó que quién era.
- Era mi hermano, es un pesado. Se ve que no tiene suficiente entretenimiento con Tony...
- Tony...
- Si, Tony. Es su novio, o algo así, es muy raro. Mi hermano cada día le gusta una cosa.
-Bueno,¿ nos damos una ducha juntos?.- Propuso él.
- Claro, ni lo dudes. Pero no va a ser una ducha...va a ser un baño, y lo voy a preparar yo. Tu te quedas aquí.- Me acerqué y le di un beso en la frente..- Ni te muevas Enano.
- Tranquilo no lo iba a hacer.- Me devolvió el beso, pero esta ocasión en la boca.
Me dirigí al cuarto de baño, llené la bañera, puse unas pocas velas que tenía por si se iba la luz, salí un momento al balcón y cogí unos pétalos de rosa sin que el se diera cuenta y le hice como una especie de camino que dirigía hacia la bañera y haché unos cuantos también a la bañera.
Cuando acabé de prepararlo todo, salí en busca de mi Enano.
Le agarré de la mano y lo dirigí hacia el camino de pétalos.
-Oh, Gee, que bonito, no tenias ...- Le callé con un beso para que disfrutara del momento.
- Por ti, todo y más, ¿me oyes?
No contestó porque no le deje por segunda vez. Le dejé que entrara el primero en la bañera y a continuación entré yo. Era muy agradable estar ahí con Frankie, su cuerpo desnudo estaba repleto de agua y el mio también. Sentimos la necesitad de tocarnos. Empecé yo suavemente, desde las caderas hasta su miembro y el repitió la acción.
Nos manojeábamos mutamente, no queríamos corrernos en la bañera por eso cuando notamos que ya era momento, salimos y explotamos.
Nos volvimos a meter, y en esta ocasión, solo eran besos. Pero eran los mejores besos de mi vida. Nunca había conocido a nadie tan perfecto como el.

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